¡Prepara las servilletas! Porque la siguiente nota te hará agua la boca. Han pasado ocho décadas de la creación de la torta más famosa de la perla tapatía: la ahogada. Por ello, ponemos a tu disposición algunos datos sobre su origen y emblemático sabor.
La posibilidad de degustar este singular platillo es muy variada. Los conocedores del buen comer recomiendan que se consuma a mano limpia; sin embargo, hay otros que prefieren comerla con cubiertos o en bolsita para aprovechar la salsa.
A lo largo del tiempo, su preparación se ha adaptado a cambios para su consumo. Actualmente, se acostumbra comer como botana si se prepara en un pan miniatura, pero al referirnos como plato principal, consiste en un bolillo de 20 centímetros untado con frijoles machucados, carnitas de cerdo y un baño con salsa de chile de árbol, jitomate y especias.
Otras historias apuntan que nació en la cocina local de Luis Manuel de la Torre, el Güero, cuando por error de un empleado se bañó en salsa una torta y desde entonces se le reconoce como una de sus especialidades.
¿Realidad o ficción? Lo cierto es que en la actualidad contamos con múltiples lugares que ofrecen este platillo alrededor de la república.