Por: Rebeca Avila

De romance, feminismo, crimen y hastío. Historias de Navidad

Muy probablemente entre la literatura clasificada como navideña, están clásicos como Cuento de Navidad, de Charles Dickens, El gigante egoísta de Oscar Wilde, El Cascanueces y el Rey de los ratones de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, o El Soldadito de Plomo y La niña de los fósforos de Hans Christian Andersen. Muchos de estos títulos están asociados a las historias infantiles, pero en realidad pueden caber en la colección y gusto de cualquiera.

Lejos de esas historias esperanzadoras y aleccionadoras en torno a toda una época decembrina, de luz, cánticos, la noche de paz y de amor, existen múltiples narraciones alternativas; desde aquellas que no enteramente se sostienen en la Navidad, pasando por relatos que escapan a las historias felices o que abandonan la festividad americanizada, hasta oscuros argumentos. En este Librero te proponemos algunas historias ad hoc para leer este diciembre.

Mujercitas, de Luisa May Alcott
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Mujercitas trata, no muy profundamente, de la vida misma de su autora, la segunda de cuatro hermanas dentro de una familia progresista durante la guerra civil de Estados Unidos. La narradora y protagonista Jo March narra sus vivencias de juventud y las de sus hermanas, cada una con carácter, sueños, aspiraciones y modos de ver la vida muy distintos una de la otra. No es una novela donde el contexto sea la Navidad, pero su segundo capítulo se titula Una feliz Navidad, y transcurre justamente en esa fecha. Amanece y su madre no está, se ha ido a auxiliar a una mujer sola con varios hijos enfermos y que no tienen que comer. Su padre, está lejos al frente de la batalla. Entonces las cuatro hermanas dan muestra de su bondad y generosidad al compartir su desayuno de Navidad con aquella familia que no tiene que llevarse a la boca. Como recompensa, las señoritas tendrán más de lo han que ofrecido a los más necesitados.

Puedes encontrar el capítulo completo aquí.


Vanka, de Antón Chéjov
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Vanka o El árbol de Navidad, es un cuento de Antón Chéjov. Su breve duración nos mantiene a la expectativa de que un verdadero milagro de Navidad ocurra, y que la suerte de Vanka, el protagonista huérfano de tan sólo 9 años, cambie, aunque sea por esa noche en la que todos parecen redimirse. Pero no, las esperanzas del joven Vanka de ser rescatado de la inmundicia y el maltrato se quedarán sólo en el papel.

Puedes encontrar el cuento completo aquí.


El deseo de Navidad de Pat Hobby, de F. Scott Fitzgerald
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Perteneciente al libro Historias de Pat Hobby, una serie de cuentos que giran en torno a un escritor de guiones que se ha quedado en la obsolescencia en el Hollywood de los años 20. Mostrado y considerado por el resto de los personajes como un escritor mediocre, este relato ofrece una historia donde Pat parece haber encontrado la forma de escalar en los estudios donde trabaja. Su deseo es ser productor de cine, y no un triste corrector de guiones, por lo que, gracias a un secreto que le devela su nueva asistente, planea conseguir lo que siempre ha anhelado en plena víspera de Navidad.

Puedes encontrar el cuento completo aquí.


Navidades, de Vladimir Nabokov
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Situado en aquella Rusia comunista, donde lo ostentoso y la fiesta habían quedado muy en el pasado, este cuento de Nabokov parte de un hecho tan poco festivo como lo es una reunión entre un escritor joven, con miras cuestionables a escribir una gran obra; un crítico literario y un escritor consagrado que parece estar quedado en el olvido debido al bloqueo creativo y al poco éxito de su última publicación. Al terminar la reunión, la nostalgia, no por la Navidad, sino por los días de gloria como escritor, despiertan en él el sentimiento de escribir una novedosa historia de Navidad: “Escribió acerca del árbol opulento en el escaparate descaradamente iluminado y del trabajador hambriento, víctima del paro, mirando aquel árbol con mirada severa y sombría”.

Puedes encontrar el cuento completo aquí.


El cuento de Navidad de Auggie Wren, de Paul Auster
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A modo de metacuento, Paul Auster ofrece este relato en el que narra cómo un amigo le ayuda a escribir un cuento por encargo del New York Times para publicarse la mañana de Navidad, tarea que el escritor está reacio a realizar, pues se considera a sí mismo un anti-festejos navideños, esos que están plagados de hipocresía y falsas esperanzas. El proveedor de la historia, le cuenta cómo fue que se hizo de una cámara fotográfica con la que inició un proyecto artístico personal: durante 12 años, todas las mañanas, en punto de las 7 am, toma una fotografía de la misma esquina en alguna calle de Nueva York, las cuales guarda en una caja de cartón. El cómo consiguió la cámara, es el relato que ofrece Auster a nosotros mismos y presuntamente al diario neoyorquino. Una historia sobre ofrecer un momento feliz a alguien que lo necesita.

Puedes encontrar el cuento completo aquí.


El regalo, de Ray Bradbury
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Un matrimonio planea abandonar inevitablemente la Tierra en un cohete rumbo a Marte, en la víspera de Navidad en el año 2052. ¿Por qué se van tan apresuradamente que tienen que dejar atrás el regalo para su hijo pequeño y el árbol de Navidad para poder abordar? Eso poco importa, pero tratándose de uno de los escenarios distópicos del mismísimo Ray Bradbury, podemos imaginarnos el contexto. A bordo del cohete, el pequeño niño ansía su obsequio tradicional de Navidad y su padre librará con éxito la falta de lo material en medio del espacio exterior, en “un lugar donde no había tiempo, donde no había meses, ni años, ni horas”.

Puedes encontrar el cuento completo aquí.


Navidades trágicas, de Agatha Christie
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Este título, considerado una obra menor en la magnánima obra de Agatha Christie, rompe con toda la atmósfera antes mencionada en este texto, y el crimen y misterio son los agentes que llevan la historia: en Nochebuena, el viejo millonario y desagradable Simeon Lee aparece muerto en una de las habitaciones de su mansión. Tirado sobre un charco de sangre y faltando sus preciados diamantes, todos los familiares del anciano que han sido invitados por él para las Navidades, se vuelven sospechosos -todos le odian y motivos les sobran para asesinarlo- ante el ojo agudo del siempre meticuloso y perspicaz investigador Hercule Poirot.