Por: Arody Rangel

Contrariedades de un anarquista y un extraterrestre perdido en la Tierra

Nada más escuchar la palabra uno se remite al caos y destrucción de la protesta callejera, y de ahí se asume que lo que busca el anarquismo es precisamente eso: el caos y la destrucción. Mucho hay de cierto, pero no en el modo como suele pensarse. El anarquismo busca la abolición o destrucción de las convenciones sociales que oprimen la vida de los hombres, favorecen el dominio de unos sobre otros y amparan todas las formas de la injusticia. En el horizonte, la meta del anarquismo es arribar a un estado de cosas donde la libertad, la igualdad y la justicia sean de verdad entre las personas. Esa, que es un meta general, en la práctica se asume desde diversas posturas y prácticas, de modo que no hay anarquismo sino anarquismos y como en todo lo que es diverso, no sólo hay riqueza, sino desacuerdo y hasta contrariedades.

Ahora bien, ¿alguien podría imaginar que entre esas contrariedades anarquistas hubiera una encarnada por un banquero? ¿Que al grito de ¡abajo el sistema! un banquero pudiera autoproclamarse anarquista? Y, en verdad, fuera de toda broma, ¿que un banquero tal afirmara que el suyo es el verdadero anarquismo, no un anarquismo panfletario sino acto, que se realiza precisamente al ser banquero? Hilarante, tremendo, casi se antoja imposible o una pesada jugarreta, pero si uno presta atención a El banquero anarquista del gran Fernando Pessoa los puntos caen sobre las íes y lo que antes parecía un chiste de pronto cobra algo de sentido.

Está el cuento de Pessoa y en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris se da un monólogo basado en la obra del poeta-multitud, El banquero anarquista con dramaturgia de Luis Mario Moncada y actuación de David Hevia, con una corta temporada del 8 al 18 de julio. En 60 minutos, el actor, director y autor mexicano, Hevia, encarna de forma excelsa a aquel hombre elegante y adinerado que presume ser uno de los anarquistas más radicales, confronta al público y se interna por los grandes problemas políticos de todos los tiempos, como la libertad individual, el Estado, las servidumbres de la acción política y la naturaleza de las leyes.

El banquero anarquista termina sus presentaciones del 15 al 18 de julio, jueves y viernes a las 20:30 horas, sábado a las 19:00 horas y domingo a las 18:00 horas en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, ubicado en la calle de Donceles 36, en el Centro Histórico. El aforo al recinto es del 50 por cierto, para más información consulta la página: www.mexicoescultura.com

Por otro lado, en el Teatro Benito Juárez se escenifica Acá en la Tierra, una obra que aborda la búsqueda de identidad e inclusión desde la infancia para encontrar un lugar en el mundo. En esta puesta en escena conocemos a Lolo, un extraterrestre o eso es lo que piensa, quien ha venido a la Tierra con una misión que ni él mismo conoce. Mientras espera instrucciones, tendrá que adaptarse a los terrícolas, lo cual le resulta bastante complicado porque no entiende su terrible necesidad de clasificarlo todo. Lolo conoce a Dolores, una mujer invisible, quien a través de la música le enseñará a viajar a su planeta.

La puesta en escena recurre a una estética general que sugiere los años 70 y 80 del siglo XX. Así, entre neones, cassettes, walkmans y música de David Bowie, Queen, The Cure e Iggy Pop, el público se introduce en ese universo en el que Lolo cree que, por fin, encontró a otros extraterrestres como él. Acá en la Tierra está basado en un poderoso texto acerca de la inclusión y de abrazar las diferencias; plantea la lucha valiente e inagotable de Lolo en búsqueda de su identidad, con el único objetivo de encontrar su lugar en este mundo desordenado.

Escrita por Luis Eduardo Yee, dirigida por Rebeca Trejo, con las interpretaciones de las actrices Assira Abbate, Vicky Araico y Mahalat Sánchez y la participación de La Máquina del Tiempo Producciones, esta obra teatral ofrece una temporada del 10 de julio al 8 de agosto con funciones los sábados y domingos a las 13:00 horas, en el Teatro Benito Juárez, ubicado en Villalongín 15, colonia Cuauhtémoc. El aforo del recinto es del 50 por cierto, para más información consulta el sitio: carteleradeteatro.mx